Varias mediciones tanto de la bioresonancia como de la radiestesia ayudan a detectar y localizar las zonas geopáticas con sus cargas nocivas así como la influencia del eléctrosmog a los que puedes(n) estar expuesto(s).
Las radiaciones de diversa índole pueden contribuir a: no poder conciliar el sueño, insomnio, cansancio corporal/mental, falta de concentración, o en caso de niños dificultades en su aprendizaje y/o desarrollo, niños que no pueden dormir, en parejas que no pueden tener niños.

Radiestesia:
Según el conocimiento de la radiestesia el organismo humano reacciona extremamente sensible a diversas interferencias, tanto por parte de las radiaciones telúricas como del campo eléctrico- electromagnético. La permanencia en alguna zona con estas influencias nocivas puede tener como consecuencia un malestar físico o emocional que en la medicina alópata difícilmente se pueda detectar la causa. Según la intensidad y el conjunto de diversas radiaciones dependen el tipo de malestar que normalmente inicia manifestándose con síntomas que conforme el tiempo se pueden agudizar, enfermedades crónicas hasta cáncer.
Las alergias respiratorias y la dermatitis atópica son unas de las enfermedades que están en continuo aumento y las personas que las sufren se desesperan cada vez mas.
En el caso de interferencias de zonas geopáticas suele suceder a menudo que personas que duermen en el lugar donde había anteriormente alguien que padeció enfermedades (incluso del corazón/ cáncer) adquieren tarde o temprano las mismas enfermedades. Al igual que cuando alguien ya ha sido tratado y/u operado y regresa al mismo lugar de dormir, la posibilidad de una recaída es muy alta.

"LA CONCIENCIA nos da la LIBERTAD para DECIDIR"